Me pregunto qué pasa con el equilibrio, si lograrlo nos suma o nos resta, controlando lo que sentimos. ¿A quién deberíamos hacer caso, a la cabeza o al corazón? Yo tengo mi clarísima preferencia… ¿Y tú?
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR
Dejar un comentario