Van cayendo las barreras con el mundo en pausa. Vamos desnudando el alma, buceando en las entrañas… y está pasando, que nos acercamos más a lo esencial. Cuando sirve de poco o nada lo superfluo, está aflorando la sensibilidad de los que se encuentran. Surgen sentimientos más puros, más valientes, más suaves, que nos hacen sentir extraños, distintos, vulnerables. Y
Sea por lo que sea, venga de donde venga, ha sacudido al mundo. Nos ha sacudido a todos, esta vez. Una fuerte sacudida que remueve por dentro, que nos deja hundidos, atónitos, extraños… que nos hace pensar, entre un cúmulo de información y de sentimientos revueltos. Pone de manifiesto el valor de las pequeñas cosas, la fortuna de poder disfrutar
Uno tiene días, y días. Y hoy es uno de aquellos en los que voy caminando por la calle y no sé ni adónde voy. Estoy con las energías revueltas y me he dejado la coraza entre las sábanas. Hoy no la necesito, mejor dicho, no he tenido ni ganas de ponérmela… un día en el que la melancolía me